En las telarañas de la historia están nuestros amigos, y nuestros desencuentros, y nuestras incoherencias, y nuestros aciertos, y nuestros amores, y nuestras dudas, y nuestra juventud, y nuestros problemas, y nuestra Hermandad, y nuestro cansancio, y nuestras ilusiones, y nuestros errores, y nuestro largo camino sin final... Aquél que remueve esas telarañas polvorientas probablemente se sienta satisfecho, pero también descubra sus propias miserias... A las telarañas no se les puede engañar.
En las telarañas de la historia, está la VERDAD.
Que curioso!Te has fijado en el tamaño de la cera de los hachones?
ResponderEliminar!Coño¡, Santi, !siempre te fijas en las mismas cosas¡. Lo tuyo es verdadera deformación profesional.
ResponderEliminarJoé Santiago tú estás mu mal, tío. Aunque la verdad es que tienes razón, los cirios son que parece que se ha ido la luz...
ResponderEliminarPues es verdad Anónimo, pero que le vamos a hacer... je, je
ResponderEliminarLa historia de una Hermandad al igual que en la vida se escribe con sacrificios,penalidades y miserias. de ellas aprendemos y recogemos alegrías que nos ayudan a seguir caminando. La imagen que vemos es quizás la que mejor representa la progresión de una hermandad.Él fue víctima de insultos, lo llenaron de oprobio,tras Él se disfrazó la hipocresía pero para algunos como yo pensamos que tuvo un castigo excesivamente duro. Santi en esa época no se utilizaban otros hachones no había dinero.
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