VERDE ESPERANZA

jueves, 17 de julio de 2008

LA CAPEA

En mayo de 1999 nos fuimos de capea en lo que fue una jornada absolutamente inolvidable en lo gastronómico y en lo organizativo, pero desastrosa en lo taurino. Aquella vaca de cuatrocientos kilos era una alimaña con más corrías que David Fandila y con tres masters hechos en la Universidad de Massachusets. Pronto, el animal despejó el ruedo de personal, ante el acojone masivo de los hermanos oficiales que ya se veían por ahí respondiendo en los Juzgados por demandas millonarias. Sin embargo, ahí estaba el Vasco... un hombre de una pieza, tuvo arrojo para hincarse de rodillas a diez metros, desafiando a la vaca, a su mujer, a sus niños, al Hermano Mayor, y al susum corda. La vaca lo miró con desprecio, rumió algo de hierba y decidió que no iba a luchar contra un tipo de Hernani, con diez güiskis encima, que lo mismo la cogía de un pitón y la voleaba... Lógicamente, Jose salió por la puerta grande entre el clamor del respetable.


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