Por aquellos entonces, un servidor estaba a punto de hacer la Primera Comunión, por lo que no tuve la ocasión de presenciar dicho Pregón que, dicho sea de paso, obra en mis manos por deferencia de José Miguel y Rafa Alcalá Valdivieso.
De su lectura completa os puedo comentar que me parece un pregón sencillo, corto y sin muchas pretensiones, desde luego. Está hecho en su mayor parte en prosa, intercalando algunos pequeños sonetos de rima muy sencilla. Por otra parte, la pieza deja traslucir en algunos momentos el desconocimiento que, de nuestra Semana Santa, tiene el pregonero; por ejemplo, cuando canta a los costales de los costaleros (es evidente que en aquella época, pocos costales se veía en Granada), o cuando habla en varias ocasiones de la "Real Cancillería" o se refiere a que la Esperanza es una Virgen "morena". Esas cosas pasan cuando un forastero te da el pregón de tu Tierra.
Por cierto, destacar por último que las bellas xilografías que ilustran el ejemplar del pregón son de Hermenegildo Lanz.
Os dejo a continuación el fragmento en el que el pregonero se refería a nuestra Hermandad:
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