Madrugá de 1993 en Sevilla. Junto a la Catedral, varios intrépidos esperanzos intentan reponer fuerzas a base de café con leche en vaso de plástico, tras haber soportado estóicamente el paso de la Hermandad del Gran Poder por el Museo. Atentos al personaje del niqui de rayas, que, definitivamente, se ha "quedao sopa". ¡Qué tiempos aquellos de madrugás eternas con los amigos de siempre...!
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