La carta de cese en las tareas de Junta de Gobierno puede ser algo muy desagradable o puede provocar gozos, y júbilo acompañado de ¡albricias! en sus receptores. Aquí os dejo la recibida por varios miembros de la Junta de Gobierno como consecuencia de la pactada renovación de octubre de 1976, llevada a cabo por el Hermano Mayor, Sr. Rodríguez Acosta. Doy fe de que mi padre y mi tío Miguel (q.e.p.d.), después de muchos años al pie del cañon en Junta de Gobierno llevando la Secretaría se quedaron descansando (lo de quedarse en la gloria después del ejercicio de un cargo debe venir de familia). Nótese igualmente que uno de los cesados, también después de tantos años de actividad directiva, era el histórico hermano, y queridísimo por todos, Juan Moreno Madrona, en su condición de Vice-Albacea.
En fin, que, con carácter general, el ejercicio de cesar en un cargo y/ o ser cesado es saludable, revitaliza el espíritu y aporta sales minerales al organismo.
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